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La música de Julio Iglesias no tiene fronteras
31 de Diciembre de 2012
Por: Enrique Medina,
 

Euforia y delirio son algunos de los adjetivos que se les pueden atribuir a la actitud del público que asistió al concierto de Julio Iglesias, en el Anfiteatro de Altos de Chavón.Y es que la audiencia que llenó por completo el mítico escenario de piedra de La Romana, fue testigo de la grandeza del artista y compositor español, quien ofreció una presentación de lujo el pasado viernes. Vestido con la peculiaridad con que suele hacer sus presentaciones y el magnetismo de su presencia en escena, Julio Iglesias demostró porqué es considerado uno de los artistas más respetados y admirados en el país. El concierto comenzó con el tema “Amor”, para el cual salió al escenario acompañado de nueve músicos y una coreografía de bailarinas que dieron vistosidad al show.

Un concierto de lujo

“Buenas noches a República Dominicana y Haití, un día sin fronteras para nadie y para los niños, ojalá que fuera siempre universal”, expresó emocionado Julio al ver el masivo respaldo de sus seguidores. Con cada una de las canciones el público enardecía, interpretando con el alma y a coro esta entrega especial del artista, que bien reflejó la calidad de una carrera con más de  50 años en la industria discográfica.

Continuando con el recital, Julio, quien posee un amplio repertorio, presentó parte de los temas con que se dio a conocer. “Natalie”, “La gota fría”, “A media luz”, “Un canto a Galicia”, “Me olvidé de vivir”, “Manuela”, “De niña a mujer” y “Abrázame”, entre otros temas, conquistaron los aplausos de la multitud. Uno de los momentos más esperados fue la presentación del presidente de Haití, Michel Martelly, quien había confirmado días antes su participación en este concierto con el fin de recaudar fondos para su devastado país.

“Saludos, gracias por dejar brillar a Haití en este concierto para los niños”, dijo Martelly, quien antes de ocupar su posición  de mandatario era conocido en su país como  el artista “Sweet Micky”.

Junto a Julio, interpretó dos canciones. “Me gustaría saludar al presidente dominicano Danilo (Medina) y al canciller (Carlos) Morales, quienes están aquí presentes, así como al pueblo dominicano, al que mi país quiere tanto”, agregó un Martelly sonriente.

Figuras de la política, de la moda y el periodismo

El diseñador Oscar de la Renta, la reconocida periodista norteamericana Barbara Walters y el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, fueron algunas de las figuras que asistieron al concierto.

Cabe resaltar la imponente escenografía del espectáculo, que presentó una variedad de imágenes en formato 3D. Distintos ambientes, acompañados de la sincronización de efectos especiales y un diseño de luces, resaltaron.
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Julio Iglesias, el artista hispano más vendido de la historia (300 millones de copias)
3 de Julio de 2012
Por: Ima Sanchís, La Vanguardia
 
Feliz y cercano, le gusta bromear con las cosas serias de la vida. Lo hace desde la terraza del Kempinski, en Praga. Más de 500 conciertos y 2.600 discos de platino y oro no le impiden aferrarse a lo bueno: "Los premios son literatura. Lo que estimula mi vida es organizarme las giras a mi gusto. Ser libre". Sus cinco hijos pequeños le acompañan, están escolarizados en casa. "Hoy tengo una vida familiar fuerte y bella". Cada treinta segundos suena una canción suya en cualquier rincón del planeta. "Lo bueno del éxito -dice- es tenerlo, y lo malo, perderlo". Más allá de la leyenda le define la voluntad: "He controlado mi mente a través de mi cuerpo: disciplina". El 4 y el 26 de julio actuará en el Liceu de Barcelona.

¿Habrá otra vida?
¡Ojalá! A mí lo que me da mucha pena es que sea tan corta, así que procuro alargarla.

¿Y cómo lo hace?
A base de disciplina: me cuido. La gente que cumple años es la que se abandona.

Si pudiera, ¿qué errores corregiría?
Me aproveché poco de mis padres, tenía que haber sido más generoso con ellos. De jóvenes somos despiadados: llamadas cortas, espaciadas, poca comunicación..., ahora ya es tarde.

¿Qué ha sido lo importante?
Mi gran compromiso arranca cuando tuve el accidente de coche, a los 20 años. Cuando uno comienza a volar, me pasé un año postrado y tres de recuperación. Tuve una paraplejia absoluta, estuve sometido a sondaje durante cuatro o cinco meses en una época en la que los tubos eran casi de cobre.

¿Qué recuerda?
Estaba boca abajo, no podía hablar, así que preguntaba a mis padres a través de los ojos si me iba a morir. Como sus ojos estaban llenos de angustia, pensaba que era el fin.

¿Qué aprendió?
Tuve que aprender de nuevo todos los movimientos, ser consciente de las órdenes que daba mi cerebro al dedo gordo del pie, así que aprendí a ejercitar la voluntad y la disciplina hasta el límite. Creo que eso es la vida.

¿Se levantó de esa cama siendo una persona nueva?
La vida se convirtió en un premio, ya no era gratis; y también la suerte llamó a mi puerta. Hay gente que nace para ajedrecista pero nunca se ha puesto ante un tablero.

¿Las circunstancias mandan?
Sí, a mí la vida me dio la posibilidad de ser un cantante malo, pero cantante. Un anestesista amigo de mi padre me regaló una vieja guitarra y me entretenía aprendiendo a tocar y componiendo canciones muy sencillas que cantaba a mis padres, a los que les parecían maravillosas, y yo me lo creía.

Eso tiene más delito.
Me fui a Londres a quitarme los complejos. Durante años estuve acomplejado, no me gustaba que me vieran caminando con dos bastones; y seguí tocando en los pubs como divertimento. Mi única preocupación entonces era recuperarme de la angustia.

Pues pasó de la angustia al éxito.
Nunca canté para triunfar, pero un día me escuché en la radio y me puse a buscar otras emisoras para ver si también sonaba.

Vanidad de vanidades.
El éxito es un regalo de la vida inmenso; hay gente que dice que le gustaría poder pasar desapercibida, pero al tercer día de anonimato ya no le gusta tanto la idea. A mí los focos me han dado muchas oportunidades. Ahora estoy aquí, sentado viendo las bellísimas torres de Praga, mañana en Budapest...

¿No es agotador?
Es agitador, hace que la sangre circule desde el corazón a cualquier parte de tu cuerpo a una velocidad diferente. Yo lo que quiero es que me dejen cantar hasta la muerte.

¿Qué ha sido lo difícil?
Andar, porque tengo afectado el equilibrio. Para poner el pie en la vida cada mañana debo pensar en no caerme. Y después convertirme primero en cantante y luego en artista. Y convencer a tanta gente.

¿Es falsa modestia?
Voluntad, perseverancia y disciplina me han traído hasta aquí, pero no lo escogí, nadie escoge nada en la vida.

¿Qué ha entendido del ser humano?
Todos lloramos igual, reímos igual, sentimos igual, nos morimos igual, pero por desgracia unos con muchos privilegios y otros sin ninguno. Nacer es lo más bello que existe y también lo más injusto.

Depende de dónde te toque, entiendo.
Tengo casi 70 años, he bebido vinos muy añejos y he tenido conversaciones muy largas, pero he sido muy dado a la superficialidad. Sobrevivir a tantas tonterías dichas tiene mucho mérito.

¿A qué teme?
A la muerte, y como no puedo comprar tiempo lo que hago es ganarlo con reflexiones más intensas, con miradas más generosas, sin juzgar nunca más, diciendo más síes que noes, sacudiéndome antiguos radicalismos, entendiendo más a los otros y comunicando más con menos.

Eso ha sido profundo.
Mi gran teoría es que uno nace sin destino pero con una circunstancia, lo que hagas de ella es cosa tuya; hay quien con lo mínimo llega al máximo, y quien con todos los recursos llega al mínimo.

¿Qué le ha decepcionado?
Nada, sería injusto que habiendo ganado batallas como la de volver a nacer estuviera decepcionado; pero hay millones que sí tienen derecho a estarlo y a protestar.

¿Qué hace por los demás?
He colaborado 21 años con Unicef, he recorrido campamentos de refugiados por medio mundo, en un coche, con aire acondicionado, viendo niños desnutridos, y he querido parar pero no ha podido ser. Luego, al cabo de cuatro días, empiezas a despreocuparte.

Me sorprende su sinceridad.
Si tuviéramos todos mayor conciencia, no nos gastaríamos el dinero en porquerías, sino en alimentar al que se muere de hambre.

¿Cómo se conquista a una mujer?
Aprendiendo de ella.

Pues ha aprendido usted un montón.

Yo no he estado con muchas mujeres, sino que he tenido muchos amores.
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