Julio Iglesias entusiasma al público en Cambados | |||||
2 de Agosto de 2012 |
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Por: A. Martínez, El Faro de Vigo | |||||
Julio Iglesias tardó apenas 15 minutos en meterse al público en el bolsillo. Fue con los primeros acordes de su electrizante versión de "La gota fría" cuando el hielo terminó de romperse y las 5.000 personas que se dieron cita en Cambados para escucharle empezaron a vibrar. El artista latino ofreció anoche en la plaza de Fefiñáns su único concierto del año en Galicia. Un espectáculo que sirvió para inaugurar por todo lo grande la 60 edición de la Festa do Albariño, y que atrajo a la villa arousana a gente de toda la comunidad. Eran las diez y cuarto cuando Julio Iglesias hizo su aparición en el escenario, siendo recibido con una sonora ovación y gritos de "guapo, guapo". La primera canción, "Amor amor" ya arrancó los primeros bailes, aunque habría que esperar a "La gota fría", tras "Nathalie" y "Ni te tengo, ni te olvido", para que el público se metiese de cabeza en el espectáculo. Sería un poco más tarde, sin embargo, con la archiconocida "Un canto a Galicia" cuando la complicidad entre espectadores y artista alcanzó una de sus cotas más altas de la noche, con miles de voces coreando al unísimo el estribillo de la canción. Julio Iglesias fue fiel a su estilo, con un repertorio en el que se iban alternando los temas más melódicos y románticos con los que invitan a mover el esqueleto, como "Échame la culpa", y los tangos, como "A media luz", en los que la pareja de bailarines formada por Hernán Darío Gelosi y Soledad Andrea Fernández fueron los reyes del escenario. Aunque no todo fue música y baile. Julio Iglesias compartió con el público gallego algunas reflexiones y soltó más de una perla, como cuando describió el tango como "la asociación más grande que tiene una pareja para tener un hijo en posición vertical". "Cuanta morriña -dijo tras "Amor, amor"-. Qué bonito volver a una tierra querida como es Galicia por tantas cosas que ustedes saben". También se refirió a la situación económica y social actual, afirmando que "venir por las carreteras gallegas hoy es un privilegio. Tenemos todo hecho" o que "tenemos que ser mucho más competitivos y tener mejores dirigentes". El público volvió a encenderse como el "Derroche" de besos y ternura, ya en el tramo final de la actuación, aunque el delirio subió unos pocos grados más todavía con el "Me va, me va", que anunciaba ya prácticamente el final del concierto. No había tiempo para mucho más, y rayando ya la medianoche el artista accedió a las insistentes voces que le reclamaban un bis e interpretó de nuevo el "Me va, me va". Julio Iglesias interpretó en Cambados cerca de una treintena de sus mayores éxitos de todos los tiempos, pues está promocionando un doble compacto recopilatorio que lleva el nombre de "1", y que es un repaso a lo mejor de su ya dilatada trayectoria artística. La plaza de Fefiñáns se abarrotó de público, y fueron cientos las personas que tuvieron que contentarse con escuchar el espectáculo desde la barrera, al agotarse las entradas poco antes de las diez.
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Entrevista a Julio Iglesias en Chile | |||||
12 de Abril de 2012 |
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Por: Alejandra Valdivieso P., Diario La Segunda | |||||
A los 68 años, Julio Iglesias está a toda máquina. Y en Chile. Ya cantó en Antofagasta y Concepción, el viernes desatará su show romántico en Movistar Arena y el sábado en Enjoy Santiago. En la VII Región estaba ayer cuando se encontró con Sebastián Piñera. ¿Cómo está Julio? "Estoy vivo ¿Y tú cómo estás, mi niña guapa?", responde en tono alegre y coqueto al teléfono. El artista hispano más vendedor de la historia (350 millones de discos) acaba de comprar una mansión de 15,2 millones de dólares en Miami. Allí comparte con los cinco hijos que tiene con su señora, Miranda Rijnsburger, de 47 años: Miguel Alejandro (14), Rodrigo (13), las gemelas Victoria y Cristina (10), y Guillermo (4). Con Isabel Preysler tuvo los otros tres: Chabeli, Julio y Enrique. Para todo el mundo lanzó "1", disco doble formado por sus hits de toda la vida, vueltos a grabar. A Chile acaba de llegar la segunda parte. "Las grabaciones de los 70 fueron mucho más limitadas, la voz era frágil. Estaban «La vida es igual», «Abrázame», que había escrito durante los primeros 20 años. Ahora grabé con la voz más fuerte y sólida. Imagínate si a Carlos Gardel le dijeran que cante de nuevo. Contaría con medios mucho más modernos y sería mucho mejor... Yo no me comparo a Carlos Gardel, que es un campeón, pero antes que lo hiciera él, lo hice yo. Tuve la suerte de hacerlo". "Lo único que me gustaría no lo puedo comprar: Tiempo" De aquí parte a Argentina, Paraguay, Colombia y Venezuela. "Yo no paro de girar. Este año debo cantar entre 90 a 100 conciertos en el mundo entero", resume. "Chile para mí es un país querido desde hace ya 44 años. Es un país donde la gente me deja volver a cantar, que ya es un privilegio". -Ha dicho que "aunque no llene estadios, siempre habrá algún club pequeño" . ¿Cómo maneja el ego? -¿Qué ego puedo tener yo si ya tengo el privilegio de estar vivo? De cantar, una familia de críos maravillosos y chicos mayores que son campeones. Y un público de Finlandia y China, donde sigo cantando. -En gira por Latinoamérica hay veces que canto para 2 mil personas, como hice ahora en Concepción, y estoy feliz de la vida. Antofagasta me encantó. Será emocionante en el Arena y después me iré a otro lado. Siempre con la misma emoción y pasión. -La gente ya sabe, es obvio que no canto para ganar dinero. En absoluto. Amo cantar, lo necesito. -¿Qué significa la plata para usted? -La plata, nada. Porque lo único que me gustaría comprar no lo puedo comprar: Tiempo. -¿Para qué? -Para vivir, aprender, ser creativo, ver los colores de la vida. Tiempo para ver crecer a mis hijos, para dar las gracias, para vivir... Me gustaría saber cómo operan los robots, cómo se curan las enfermedades, cómo se paran las guerras... -El año pasado anunció que se retiraba de la vida pública. -No, mi amor, se entendió mal. Dije que me retiraba de los actos públicos en el sentido de los Grammys. No quiero ir a ningún lugar de esos porque es mucho hablar del pasado. Vivo en el futuro siempre, estoy en el futuro. -¿Cómo lleva el tema de la edad? ¡Se le ve con mucha energía! -Pero yo no tengo edad, flaca. No cumplo años desde hace ya 25 años. No puedo cumplir años ya. Sería injusto que la gente que tiene tantas ganas de hacer cosas cumplieran años. Cumple años la gente que se ha abandonado un poco. Yo no estoy abandonado. Todos los días los años me vienen de frente y yo los esquivo. -Y, además, con una señora tan joven. -Eso es lo menos importante. La vida se hace atractiva cuando el amor es gratis, no porque mi mujer es joven. Amo a mi mujer más que a mí mismo, pero no es ella la causante de esto. Es la vida. -¿Cuál es la clave para seguir así? -La clave es la pasión, mi amor. Levantarte por las mañanas con la fuerza de generar algo. Es un ejercicio de la voluntad continua. -¿Y cómo va la vida en Miami? -La gente saca un poco de contexto las cosas... En realidad vivo en el escenario, soy un español que se convierte en chileno y en chino... En Indian Creek (al norte de Miami) paso 3 meses al año desde hace 35 años (También vive en Punta Cana, República Dominicana). Me he comprado una casa al lado de la que tenía porque para mí era una buena operación económica, pero nada más. -¿Qué me dice de sus hijos? ¿Ve un heredero a su imperio? -Enrique es un campeón de los campeones, es un chaval que es un éxito universal. Julio es un artista grande, lo hace de maravilla, está teniendo cada día más éxito. -Después tengo mis dos pequeñines. Miguel y Rodrigo, que están todo el día tocando la guitarra y cantando. Les veo ya ese aire de artista natural. Si mi padre juega tenis, a lo mejor quisiera ser tenista, es lógico. Le propusieron hacer 15 duetos con artistas jóvenes: "Me asustó" ¿Y qué planes tiene en lo musical? "En mi compañía (SonyMusic) me propusieron grabar 15 duetos con los artistas jóvenes más importantes en el mundo, de 15 a 30 años. Me asustó un poquito, es un proyecto largo y hay que tener muchas ganas". Con canciones nuevas, "que escriban los chavales" porque, recuerda, "yo dejé de escribir, como los poetas pequeñitos, a los 40 años. Cuando el árbol se seca. Aunque la emoción dura, la cabeza no se emociona tanto". Prefiere el show en vivo: "Porque tengo una relación muy directa con la gente. El concierto es vital, joven, hace que la sangre llegue a tu cabeza muy rápido, porque el corazón se alborota". Asiduo invitado de los estelares chilenos de los 70 y 80, recuerda esa época con afecto: "Te daban mucho tiempo, el público seguía los estelares con mucha inquietud y nacían artistas. Lo pasaba muy bien con esos programas que se hacían en toda Latinoamérica". -¿Nostalgia por esa época? -La nostalgia no existe en mí, es retroactiva. -¿Tiene contacto con algunos de sus amigos de esa época, como Santis o Bolocco? -Mis amigos del alma eran César Antonio Santis y Gonzalo Beltrán, que murió. Lo adoraba, era queridísimo, me enseñó muchas cosas y me ayudó mucho. -De César Antonio no sé hace unos 10 años. A Cecilia creo que la vi hace 4 años en Miami, pero fue un encuentro rápido. Después recibí una llamada, quería algo para un programa que estaba haciendo. Le tengo mucho cariño a Cecilia, la conozco de que era una cría.
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