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Julio Iglesias; El sacrificio de una estrella que perdura
2 de Julio de 2019
Por: Jose Ángel Sánchez, El Correo de Madrid
 

Pasaban las 18:00 de la tarde cuando era evidente que  algo estaba ocurriendo en la capital lusa. Se respiraba y palpitaba un ambiente diferente; alegría, festividad, y risas eran la tónica. Lisboa se vistió de gala para recibir a la única estrella universal que le queda al planeta, pero no lo hizo solo, sino que junto con su séquito de impresionantes músicos y solistas, le acompañaron alrededor de 20.000 personas en un Altice Arena lleno hasta la bandera

El astro repasó sus 52 años de carrera musical unido a su mejor corista; su público. Un aforo entregado canción a canción donde llegaba a momentos de histeria y de emoción por medio de piropos; "te queremos", "quédate", "no te vayas nunca", entre otros.

La noche se atisbaba como mágica y contaba con todos los ingredientes para ello pero sobretodo, es que Julio se subió al escenario sabiendo que no era una noche más. 

Si bien estaba en el país vecino, "primos hermanos" como así dijo, Julio sabía que este concierto tenía un trasfondo diferente; miles de españoles se habían desplazado de todo el territorio para asistir a este macro concierto. Las banderas españolas ondeaban por cientos y millares en el recinto haciéndose notar y sentir en cualquier pausa del cantante haciéndole  llegar el calor y amor de su gente. "Amo a España y Portugal", repitió en varias ocasiones.

El intérprete dio un derroche de amor, de pasión y de arte sobre el escenario. La intensidad de sus interpretaciones era seguida por la admiración y perplejidad de los allí congregados. A pesar de sus casi 76 años sigue en plena forma, cantando y encantando. Sus ganas de permanecer en el escenario y su fiel público le mantienen intacto. Es ahora cuando cobran fuerza aquellas palabras del Dr. Iglesias cuando le decía a su hijo que su público le iba a saber cuidar.

Trasmitió a los asistentes la energía que le sobra y que nace de su amor a su profesión;   "Amor, amor", "Un canto a Galicia" "Caruso" "Ne me quitte pas" "Can't help falling in love".... cantando en 5 lenguas para una concierto de 5 estrellas.
El arte se expresó y embelesó en forma de canción. Un Julio iglesias eufórico, contento y feliz pues le había llegado el apego de los dos pueblos hermanados. Deleitó hasta la última canción; más de dos horas de concierto, más de 20 canciones, bises incluidos y dónde tuvo que aparecer hasta en 3 ocasiones debido a la insistencia de la gente. Julio se gustaba, se sentía como pez en el agua, el público estaba en su salsa y él lo sabía. Un auténtico sacrificio donde dio todo de sí por la muchedumbre.

Cercano, amable, cariñoso, bromista, reivindicador y con unas manos que hablan y expresan las melodías románticas que interpreta. Parejas unidas de la mano, mirándose a los ojos y reconciliándose mientras de fondo "La Voz Universal" decía aquello de que el amor "es perdonarse todo sin reproches y olvidar, para volver a comenzar, es no decirse nada y en silencio caminar, es ofrecer sin esperar". 
Un público de una edad media de 35-40 años, lo cual nos indica que Julio ha conquistado nuevamente a una nueva hornada de público capa de ver en él las melodías de una música que es eterna. 

La noche parecía no tener fin, pero fue en el 3° "Me va" cuando al público le tocó decir un "hasta pronto". Excelente show que seguro contará con excelentes críticas de aquellos que vieron la totalidad del mismo. Allá donde se presenta  triunfa y es reconocido, y bien vale recordar que los Grammy americano (no latinos)  le dieron el pasado mes de mayo un galardón único a toda una vida sólo digno de los "papás" y grandes del universo musical como Sinatra o Elvis; Lifetime Achievement Award.
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Julio Iglesias: '¿Quién no se enamora en Costa Rica? Soy un gran enamorado de tu país'
2 de Junio de 2017
Por: Jessica Rojas Ch., La Nación
 
11 grandes artistas de habla hispana acompañan con sus voces al ícono de la música romántica en esta nueva producción
Seductor y bromista, Julio Iglesias habló con Viva de su nuevo disco, pero también de sus amores en Costa Rica y su pasión por Keylor Navas
Repica el teléfono: “¿Aló, don Julio?”. “No, hija, qué falta de respeto si me dices don Julio, suena como si yo fuera un buen tequila”.

La broma de entrada rompió el hielo y dirigió la entrevista hacia un tono cordial.  Julio Iglesias llamó directamente desde su casa en España a mi teléfono celular para atender una conversación que nos llevaría a charlar sobre su nuevo disco:  México & amigos, un compendio de temas hermosos que interpreta acompañado con otros grandes de la música de habla hispana.

Jamás esperé que conversar con uno de los íconos de la música internacional –aunque fuera por teléfono– resultara tan ameno. Es un gigante, lo sabe, pero más allá de eso su tono afable, buen sentido del humor y, por qué no, la sensualidad que emana su voz, nos llevaron por un buen rumbo.

Aunque el tema de la conversación era sobre su nueva producción discográfica (su primer disco propio de duetos), hubo tiempo también para hablar de otros temas fuera de lo artístico. Iglesias incluso alabó a nuestro país, al portero costarricense Keylor Navas y hasta contó algunas cosas personales. Ambos disfrutamos mucho de la charla, pero estoy segura de que sus fanáticos en nuestro país lo harán más. A continuación la entrevista con el intérprete:

Hace un par de años dijo que no volvería a grabar un disco...

La verdad es que soy un mentiroso, eso que dije de que no quería volver a grabar fue un acto de emoción en una conferencia de prensa grande que hice justo después del último disco. Imagínate, salí del estudio, llegué allí y me preguntaron por el próximo álbum, ¡y yo acababa de parir! Pregúntale a tu mamá, qué diría ella si al recién parir a un hijo le preguntan por el próximo, ella responderá que querría esperarse unos 50 años.

¿Valió la pena arrepentirse?

Vale la pena porque este disco es dedicado a una música tan bella como la mexicana de los años 50 y 60, interpretada con las voces de estos artistas mágicos. Esos valores literarios y musicales que ya tienen los autores que escribieron esas canciones, se hacen más bonitos porque se contrastan con voces como las de Andrés Calamaro, Plácido Domingo, Joaquín Sabina, Sin Bandera, Juan Luis Guerra o Thalía –que es mi amor– . Son artistas muy grandes que cantan otras cosas y de pronto se meten a cantar estos temas hermosísimos y viejísimos.

¿Fue difícil escoger los temas que iban a estar en el disco?

La elección del material sí fue complicada porque del cancionero mexicano de esos años puedes encontrar miles de temas. Lo que busqué fue un poco de lo que podía ser más accesible, quité lo del mariachi para hacer el disco más a mi estilo de música, para rendirle un homenaje contemporáneo a los autores y, de paso, para que sea accesible también a los japoneses y a los chinos, que sea para todos. Cuando escucho el álbum pienso que fue buena idea.

Hay artistas consolidados, pero también hay espacio para otros más jóvenes como Pablo Alborán, ¿a qué se debe esta variedad de intérpretes?

Primero que todo no he escogido a nadie para que me acompañe, porque si a los artistas que cantan no les hubieran gustado las canciones, no lo hacen. Cada uno está porque quiso y se sintió a gusto con el tema que querían cantar. En el caso de Pablo, por ejemplo, es un chaval que es un artista descomunal; es un chico que tiene un porvenir asegurado, la continuidad de Pablo en la música es segura. Si me preguntas que será de él en 20 años, pues seguirá porque tiene el arte en el alma.

En su opinión, ¿qué es lo mejor que tiene el disco?

Primero que todo la gente me hace el alma feliz cuando lo escucha, eso es lo mejor. Pero por otra parte están estos artistas grandísimos que han aportado un color diferente y maravilloso a ese álbum que, a lo mejor, le faltaban esos colores. Cuando alguien como yo incorpora la voz a otros grandes artistas, los colores se amalgaman de una forma más interesante: los azules son más bonitos y más brillantes; los rojos son más intensos; los verdes más coloridos e incluso los blancos se sienten más blancos.

¿Por qué la música mexicana? ¿Cuál es la relación sentimental que tiene usted con México?

La relación con México es la misma que tengo con Costa Rica, con Panamá, China o Japón. Lo que sí es importante es que México, sin lugar a dudas, escribió mejor que ningún otro país latino en los años 40, 50 y 60. Jamás, en esos años, nadie escribió mejor. Yo nací con esa música, mi padre y mi madre me cantaban esas canciones. Mi madre estaba enamorada de Jorge Negrete. Pedro Infante, Javier Solís y Pedro Vargas estaban en mi casa todo el día, crecí con el sonido maravilloso de esos artistas mexicanos.

Ha grabado a dúo con muchos otros artistas, pero este es su primer disco propio de duetos, ¿por qué ahora?

La compañía me sugirió la idea de darle más colores a este disco y yo dije ‘encantao’. En mi vida hice muchísimos discos de duetos: con Frank Sinatra, Stevie Wonder, Sting; he ‘cantao’ con muchos artistas grandes: belgas, italianos, franceses, de todos los lados y nunca había cantado uno para mí. Cuando me propusieron la idea me pareció maravillosa.

¿Por qué escogió la canción  Y nos dieron las diez de Sabina para cantarla con él si no es del repertorio mexicano?

Porque creo que Joaquín la escribió con tres o cuatro tequilas adentro. Es una canción muy modernista en la lingüística, pero muy mexicana en su contenido. Creo que si José Alfredo Jiménez la hubiera escrito a la misma edad que la hizo Sabina, hubiera dicho exactamente lo mismo. Con Joaquín hablo de que esa canción me parece muy mexicana y, sobre todo, él mismo la siente así.

¿Por qué decidió cerrar el disco con  México lindo y cantarla en solitario?

Porque era para darle gracias a las músicas que habían escrito esos grandes autores, era mi homenaje propio para todos ellos.

Tengo que hacerle la pregunta de rigor... ¿hay alguna de las canciones que sea su favorita en el disco?

Te soy muy sincero al responder, todas son mis favoritas. Sería tonto decir lo contrario porque a cada una las he tratado con mucho cariño y, al igual que yo, los artistas que participaron en el disco lo hicieron exactamente igual.

¿Por qué su hijo Enrique no participó de este disco? 

Porque Enrique tiene una música diferente y es muy difícil para un papá interrumpir la vida de su hijo. ¿Por qué voy a molestar a mi hijo y decirle vamos a cantar juntos? Esto es algo muy espontáneo de gente que se juntó. Yo quiero a mi hijo de gratis e interrumpir su  focus de vida no me corresponde a mí.

Sé que acaba de “parir”, como usted mismo dice, ¿pero ya está pensando en presentaciones o en algo nuevo?

Exactamente, acabo de parir y estoy sin hacer el amor por más de una semana. Hablando muy en serio, no tengo en mi cabeza todavía esas cosas; en este momento quiero escribir un libro y para el próximo año estaré con una gira intensa de conciertos para celebrar mis 50 años de carrera. Quiero ir de Finlandia a China, ir a todo el mundo. El resto, pues la vida, Dios y la gente dirán, yo dependo de la vida, de Dios y de la gente. Si dependiera de mí, hacía una entrevista contigo de nuevo mañana mismo.

Hablando de la vida, ¿qué le puede pedir un artista como usted –que vende miles de discos, que es un gran seductor y que su público lo ama– a la vida?

Le tengo que pedir es más tiempo, mi amor. ¿Qué más quieres que le pida?, le pido justamente lo que no me va a dar.

Pero el tiempo que le ha dado lo ha sabido aprovechar muy bien...

Sí, la verdad es que la vida ha sido generosísima conmigo. Pero sabes quién ha sido más generosa conmigo que la vida: la gente, el pueblo. ¡Esos sí que han sido generosos! Me han dado la oportunidad de aprender, me han dado tiempo, me han ‘enseñao’, me han querido, me han dado la oportunidad de ser feliz en el escenario, me han dado la oportunidad de continuar cantando, de estar más vivo que nunca. Me curan de todo lo que tengo. Me curan de la ansiedad de la vida, de las pequeñas cosas que molestan. De todo lo que tengo en mi vida, la gente es lo mejor que poseo.

¿Canta en su casa, a quién le canta?

Aunque tú no te lo creas, al perro. El perro es el único que mueve la cola cuando canto. A mis hijos pequeños les gusta otra música, mi mujer está cansada de que cante en la ducha y por eso ya no se ducha conmigo.

¿Qué recuerdos tiene de Costa Rica, es cierto que por aquí tuvo un amorío?

¿Un amorío? ¿De qué amorío me hablas? No fue uno, tuve como 20. ¿Quién no se enamora en Costa Rica? Soy un gran enamorado de tu país porque la he pasado de maravilla y tengo que ir a cantar más allí. La palabra Costa Rica está en mi liturgia diaria porque creo que el mundo occidental europeo tiene una base fundamental de futuro en Costa Rica; no hablo solo de que son un país que tienen una constitución perfecta, una democracia alta, una policía mucho menos altanera, son un país mucho más libre. La habitabilidad de turistas en tu país será mucho más grande en el futuro.

Sé que es amante del fútbol, del Real Madrid y que tiene mucha experiencia para hablar con propiedad sobre los porteros porque usted fue uno muy bueno, tenemos que hablar de Keylor Navas entonces...

Hay que hablar de Keylor Navas primero porque me gusta más con el pelo rapado que con el pelo largo. Segundo, porque está parando mejor que nadie y tercero porque él mismo es un acto de voluntad y disciplina mágico. Mis amigos y compañeros en el Real Madrid me dicen que Keylor es la magia y la disciplina personificada, es la voluntad total. Ese esfuerzo que ha hecho después de la lesión del tendón de Aquiles es de admirar, porque allí está la flexibilidad que tiene el portero para saltar y tener la incisión para estar agrandado en las jugadas frente al delantero y saltar como un lince. Keylor está en perfecta forma y lo está cuando el Madrid más lo necesitaba. Estoy muy feliz porque Costa Rica tiene al portero más grande de la historia.
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