Julio Iglesias abarrota el Palacio Euskalduna ante un público entregado, llegado desde diferentes puntos de España, que vibró con los éxitos del artista madrileño.
El goteo de gente en las inmediaciones del Palacio Euskalduna cuando rondaban las nueve de la noche era incesante. Todo hacía prever un evento a la altura de los más grandes en una fecha muy señalada. No en vano, ayer se cumplían trece años y medio de la inauguración del palacio de congresos bilbaíno. Y lo festejó con uno de los artistas de más renombre internacional: Julio Iglesias, un hombre récord.
La de ayer fue una jornada de lujo en todos los sentidos. El público lució sus mejores galas veraniegas y el recinto bilbaíno batió el récord de recaudación. La expectación fue máxima desde el primer momento, como demostraron las colas por la pole position en los dos carteles situados a la entrada que anunciaban el concierto. Nadie quería volver a casa sin un recuerdo de tal señalada cita, y qué mejor manera que hacerlo posando al lado -aunque fuera de papel- con el artista latino que más álbumes ha vendido en la historia.
Tres auditorios del Estado han visto actuar este año el artista español. El Liceo de Barcelona, la Ciudad de las Artes de Valencia y el Palacio Euskalduna de Bilbao. Ha sido en la capital vizcaína donde, en una única sesión, se ha logrado la máxima recaudación. Sin duda, termómetro del fervor que despierta el artista madrileño más internacional.
Lo cierto es que este artista y truhán despierta pasiones en todo el mundo. Así lo corroboran sus seguidores, llegados a la capital vizcaína de todos los puntos del Estado.
Lo que está claro es que desde que saltó a la fama con aquel La vida sigue igual en el Festival de Benidorm de 1968, Julio Iglesias resultó ser, además de cantante, un visionario porque para él nada ha cambiado. Sigue teniendo el mismo éxito que cuando empezó a despuntar en la música. Por eso ha logrado convertirse en un mito a nivel internacional, con unos fieles seguidores que nunca le han dado la espalda.