Que el cantante y compositor Julio Iglesias sigue manteniendo un tirón especial, tras más de cuarenta años de éxitos en los escenarios, es incuestionable. Lo demuestra el hecho de que, a falta de un mes, ya se hayan vendido más del 90% de las entradas puestas a la venta para su concierto en San Sebastián el día 13 de octubre, en el Auditorio del Kursaal. El artista volverá a un escenario donostiarra veinte años después arropado por un buen número de seguidores.

El compositor, a sus 69 años a punto de cumplir (nació el 23 de septiembre de 1943), lleva embarcado desde el mes de junio en una gira por Europa y San Sebastián fue una de las ciudades elegidas por él para repasar muchos de los temas que han sido número uno a lo largo de su carrera y que son la base de '1', su último disco publicado.

Julio Iglesias, con más de 80 álbumes publicados, es uno de los diez primeros artistas con más discos vendidos en el mundo y el cantante, que se mueve en todos los géneros musicales latinos, desde la copla a los ritmos brasileños, ha obtenido el récord de ventas con más de 300 millones de copias.

Julio Iglesias, considerado como el cantante hispanoparlante con más éxito comercial de todos los tiempos, siempre ha sido uno de los grandes objetivos de la prensa amarilla. Padre de ocho hijos (tres con Isabel Preysler, y cinco con Miranda Rijnsburger, con la que lleva más de dos décadas) y dos veces abuelo (su hija mayor, Chábeli, le ha convertido en abuelo por segunda vez), el artista se siente absolutamente comprometido con su profesión y sigue pensando que para subirse a un escenario lo más importante es «el sentimiento», ya que el público es «un comandante y jefe en nuestras vidas» y el que decide «si vale o no vale».

Este último disco, que Julio Iglesias defiende en el escenario, es un recopilatorio de sus grandes éxitos, un doble CD que salió a la venta hace casi un año compuesto por 32 canciones que el cantante madrileño ha vuelto a interpretar y que le han convertido en uno de los artistas de más éxito internacional.

Para Julio Iglesias este álbum está dedicado «a tantas gentes anónimas que, durante 43 años», le han acompañado «con generosidad y cariño», y le han dejado «cantar hasta hoy». Ellas han sido «el gran motor» de su carrera.